Hortênsia Caro
Doctoranda - Universidad de Cádiz y Universidade de São Paulo
Augras, Monique R. A. Todos os santos são bem-vindos, Rio de Janeiro, Pallas, 2005, 197 pp.
Todos os santos são bem-vindos es un atractivo objeto antes de leerlo desde la primera vista. En la cubierta ya está esa intención de encanto que transmite la cinta azul um modo de Fita de Bomfim como separador, de imagens de santos abigarradas, unas al lado de otras ... En la portada, São Elesbão, santo negro, tiene una aureola de rosas que siete, siendo blancas y no Rojas, me llevaron a la Antítesis de una a una ofrenda pombagira - Espíritu de femenino umbanda -; Dibujado un ángel en la parte superior exaltaba la devoción um cristiana la Sacralidad. Es la imagen de los santos venerados por católicos en Brasil la que Monique Augras nos invita a dar un paseo: desde los primeros mártires santos europeos y hasta la BEATIFICACIÓN de brasileños. Este texto habla del poder de la iconografía católica y también de una realidad histórico-cultural, la colonización de la fe católica europea en Brasil.
Su intención, conseguida de la primera a la última página, queda expuesta en la presentación al lector:
Quero levá-lo um compartilhar essa jornada encantada Pelos Caminhos do imaginário popular. Na verdade, quanto mais penso assunto não, estou cada vez mais desconfiada de que "imaginário" é uma palabra contemporânea que, no fundo, servem para que aquilo Designar, outrora, se chamava "o sagrado".
Oralidad La, enraizada en tiempos Legendarios que se antojan, oscuros fantásticos, y aún sigue manifestándose en situaciones de nuestra sin cotidianeidad preguntarnos tradiciones qué han hecho su poso ni de dónde vienen esas acciones. El imaginario popular católico, cargado de leyendas Heroínas de héroes y, que se acercaron a la perfección por la renuncia um placeres Terrenales, sobrevuela Barrocas las imágenes de los santos católicos brasileños. La percepción visual de las imágenes de los santos, las hagiografías revistadas por el ojo de Monique Augras y su equipo de colaboradores convierten la lectura en una atractiva "prece" de abnegaciones ejemplares que se proyectan en los anhelos Salvadores de los fieles. Não sabemos hasta donde llegan las narraciones populares ni dónde comienza la eclesiástica oficialidad um crear los ejemplos de la educación en la fe católica. Si, como dice Augras, lo sagrado se identifica con el imaginario, los santos, como modelo de perfeição, enlace con el Dios cristiano, logran la transmisión de cuentos leyendas y convirtiéndose en Arquetipos. La Iglesia supo adoptarlos desde temprano para convertirlos en elementos doctrinantes.
La mirada de Augras es científica y cariñosa, es archivística milagrera, y es un guiño cargado de libros sépia antiguos y las Abuelas de cromos: su libro acompaña tanto el recuerdo de la primera comunión cuanto las oraciones de una bahiana fumando en pipa que escondia hierbas Amuletos y bajo una Higuera; la devoción um esos santos también me lleva a mi propia abuela rezándole um San cucufato para encontrar un dedal en su cuarto. Estas imágenes se insinuaban en mi mente leia mientras el libro. El catolicismo ibérico recreado en Brasil es la herencia religiosa que sigue las mismas prácticas en este lado del Atlántico, tan sólo cambia el nombre de unos santos por otros.
Augras nos cuenta historias de la Oralidad católica que fluctúan entre la y eclesiástica oficialidad la Veneración popular, siendo que esta última, de tan asentada por los siglos de los siglos, la primera fuerza. Es decir, la santificación y su Reglamento de grados Basan su poder en la Vox Populi. El canon de la santa perfección, dice la autora, tiene sus grados: desde el "siervo de Dios", pasando por el "venerável" y "mártir", beato "el" y, finalmente, el santo ", además de aquellas personas que no fueron canonizadas pero que hicieron de su vida "testimonio de la presencia de Dios" en la "comunión de los santos".
La autora aprovecha las antiguas hagiografías para convidarnos um epicurismo la historia y política cultural de Occidente (la época romana de Octavio Augusto, el reinado de Constantino, vertebrador de la división de la Iglesia Cristiana de Oriente y de Occidente, el Papa Gregorio ... ). Escavações los volúmenes entre relatos de vidas de santos perdidos en París o en la biblioteca de la PUC, como la "Lenda Aurea" de Varazze (s. XIII) o en la "História das ruas do Rio de Janeiro" de Gerson, llegando a la conclusión de que es en los autores antiguos donde el testimonio de santidad es más patente, puesto que la cercanía temporal más los hacía reais, vivos más, más cercanos a la existencia de los creyentes. Por supuesto, no faltan referencias al trabajo de Antropólogos como Carlos R. Brandão o Luiz Mott, que han dedicado gran parte de su obra a la religiosidad popular, como tampoco podían faltar las leyendas recogidas por Câmara Cascudo.
El libro de parte dos proyectos: Existências lendárias: hagiografia e subjetividade y Socorro urgente: das almas benditas aos santos da crise, En el que han colaborado un grupo de alumnos "Movidos pelo puro prazer de descobrir aspectos fascinantes da religiosidade brasileira". El texto saborea un trabajo de campo entre los fieles de las Iglesias de Rio de Janeiro, becarios Realizado por y colaboradores con nombres y apellidos, entusiasmados en su tarea de equipo. Monique Augras RA es profesora titular de psicología en la Pontifícia Universidade Católica con sede en Rio de Janeiro. Para presentarla como psicóloga transcribo mejor sus palabras de una comunicación pessoal: "Não posso ser Considerada como amostra representantiva das professoras de Psicologia, sou mais para transgressora ou marginais". Esta auto-descripción es un respiro entre los cánones académicos. Su postura desenfadada y así es vital la transmite en finas Communities extraídas de las líneas de relatos, textos romances y su mirada ... Ante las voces populares cuentan cuál es el hilo que teje el rico imaginario popular.
Desde María, Madre de todo el altar católico, madre del propio Dios hecho hombre, hasta la última BEATIFICACIÓN brasileña, Augras sigue un camino fragmentario del catolicismo brasileño a través de la iconografía, Barroca densa, y de los santos católicos venerados en las iglesias de Rio de Janeiro. Madre de todos sin pecado, Maria da Conceição, Inmaculada Concepción es la figura femenina articuladora de altares por su facultad femenina de la reproducción. Ella, la primera, el origen de todo el altar, es también a la que le dedica las primeras todos treinta páginas con los nombres que la mimetizan (das Graças, da Glória, da Aparecida, do Rosário, de Fátima, das Candeias, da Luz ...). Los Padres de la Iglesia borraban en la imagen de María toda la fisiología que caracteriza um la mujer; sucio su cuerpo de mujer se convierte en blancura, se hace madre de la humanidad, y reina de Altares de Dios mismo. Dice Augras ironía con la misma que he leído en otros de sus textos: "Com uma representante dessa magnitude, o que mais poderiamos pedir?".
La devoción por los santos negros, segundo grupo de santos, nos dice la autora, tuvo su origen en las hermandades de negros del siglo XVIII para asegurar una cristiana sepultura a las "personas não", negros esclavos que no tenían derecho a ser Enterrados En Iglesias las. São Benedito, diretor que fue de Convento Franciscano, no dejaba de "juzgarse indigno de tanta hora" por ser Fraile y Negro, Santo Antônio Preto, negro, claro musulmán, y, hecho esclavo; São Baltazar, rey que adoro Divino al blanco, Jesus ... El color de su piel, utilizado por la institución católica para Controlar la conversión de esclavos negros, sirve para legitimar, inclusive, un remoto origen cristiano de los africanos. El comercio de la trata habría producido narraciones fantásticas que se incorporaron uma hagiografia la brasileña. Y entre negros, índios, musulmanes y mujeres anda el juego de la marginalidad santa: Santa Ifigênia, compañera de Santo Elesbão en la devoción carioca, entra en este bloque de "Santos Negros" y no en el de "santas mujeres", como si primase la género etnia al; para la Iglesia primo, por encima de todo, la narración que contaba que era hija de un rey cristiano etíope.
El tercer bloque de Santos, Los Monjes Guerreros y, más Numerosos son los: Santo Antônio de Pádua ( "Quê seria de mim, meu Deus, sem a fé em Antônio?", Canta Maria Bethânia), São Brás, São Dimas, Santo Expedito, São Jerônimo, São João Evangelista, São Jorge, patrón de Brasil ... La lucha contra los herejes de Oriente fue principal cometido de la Iglesia, como también se encontraba, demoníaca Entre e Herética, la atracción del cuerpo de la mujer. Todos los Santos reciben el relevo mítico de acciones Heróicas de Santos anteriores; los relatos se baralhar produciendo diferentes versiones de un mismo hecho.
Como no podía ser de otra manera, el número de santas es menor: "A desproporção provavelmente Reflete como linhas de poder ea estrutura da sociedade cristã da época". Las "santas mujeres" del cuarto bloque sufren los peores Martírios de Reyes padres y como castigo por abrazar la fe católica: Santa Bárbara, Santa Catalina o Santa Inés. Las bellas y nobres doncellas renuncian a la pasión para conservarse castas a Dios o, como Santa Edwiges, que pide al esposo que se abstenga relaciones sexuales de tener. Filho modelos que la Iglesia manipulação para crear el Catecismo de la mujer. Las investigaciones de Augras nos adentran en recovecos míticos que recogen fantásticas especulaciones a lo largo de siglos y geografías distintas. Las leyendas de Santa Ana y sus tres hijas María, donde la que vivian con su sierva gitana Sara Cali, y de María Magdalena, originaria de Magdala, me reenvían um textos del brasileño imaginario popular, construcción de los mitos femeninos se nutren unos a otros para transformarse y sin Fronteras reinventarse que importen de lugar y tiempo.
Por último, en "Brasileños en los altares", la vida de Santa Paulina, primera y única santa brasileña llegó, que a Brasil procedente de Italia a mediados del siglo XIX, y el suceso de los mártires que Murieron um manos de índios convertidos al Calvinismo los, filho nacionales protagonistas.
Quiero volver a la madre de todos los Santos, Maria, en esta suerte de Nana cantada por Maria Bethânia:
O sobrado de mamãe é debaixo d'água
O sobrado de mamãe é debaixo d'água
Debaixo d'água por cima da Areia
tem ouro, tem prata
tem diamante que nos alumeia.
Revista de Antropologia - USP
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